Nos encontramos ante una película en la que Eduard Fernández no sale de plano en prácticamente ningún momento, siendo las diversas actrices las que entran y salen del mismo intentando darnos algo de vida. El reparto femenino se compone por Lucía Quintana, Michelle Jenner, María Morales, Marta Larralde, Petra Martínez y Nathalie Poza, sin grandes cosas que señalar que aporten al filme.
A ver, en primer lugar, la película en sí es realmente lenta, cuesta seguir la historia sin mirar el móvil y el reloj cada cinco minutos. Por otro lado, me sorprende la cantidad de nominaciones (sobre todo por su guión) que ha recibido, y es que si que puede ser un guión bien elaborado sin incoherencias, pero para un cortometraje, no para un largometraje. Hay demasiado relleno y se ha intentado lograr un contenido tan cotidiano que aburre. No se puede hacer una película en la que no pasa nada y solo vemos conversaciones que podríamos oir en el metro.
Para finalizar mi opinión... ¿Qué narices intentaban con la cámara? Veamos, no queda para nada bien contar una historia dramática sin una pizca de humor con una técnica similar a la serie Modern Family. Estamos viendo a un hombre medio llorando en el sofá contándonos sus penas y de repente un zoom exagerado, no me termina de convencer. Sin hablar del final, abierto no, lo siguiente, como que no se resuelve absolutamente nada, ni avanzamos nada del punto cero de la historia.
Definitivamente, una película nefasta en todos sus ámbitos, para que luego me digan que no me meta con el cine español, pero es que me lo ponen a huevo.
NOTA: 2/10
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