Como recordamos, el final de la primera temporada fue muy abierto, no sabíamos muy bien qué es lo que iba a pasar, aunque realmente la continuación no ha tenido mucho peso en este nuevo comienzo.
Vemos la aparición de un nuevo personaje femenino que a mi, personalmente, me ha llegado a cautivar. Irene Adler, interpretado por Lara Pulver, es una profesional del sadomasoquismo de élite, lo que le permite conseguir información y adentrarse de forma coherente en nuestro argumento. Su inteligencia es cautivadora, lo que hace realmente interesante este capítulo. Su presencia me hace preguntarme, de nuevo, sobre la sexualidad de Sherlock, aún no comprendo muy bien cuales son sus preferencias.
Paul McGuigan nos da una clase magistral en cuanto a planos se refiere. La serie mantiene la estética del texto en pantalla para lograr la complicidad con el espectador. Pero de este capítulo en particular me gustaría destacar le escena en la que Sherlock e Irene investigan el terreno dónde ocurrió el asesinato del frisbee, combinando tiempos, personajes y situaciones.
Benedict Cumberbatch y Martin Freeman increibles, como en episodios anteriores. Mi admiración hacia Sherlock sigue en aumento, a la vez que la manía que le tenía sigue disminuyendo. Sigo destacando mi preferencia por Marin Freeman, creo se encuentra en otro nivel superior como actor.
Me da que en un día o dos publicaré algo sobre el final de esta temporada, no creo que pueda esperar mucho más a seguir viendo capítulos (de echo, igual ahora mismo me pongo el segundo). Solo espero que el personaje de Irene Adler no haya sido una única colaboración y siga en la serie.
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